Las cifras de deforestación y degradación de los bosques amazónicos ha llegado al 26% en todo el territorio de la Amazonía que cubre 847 millones de hectáreas: 20% ha sufrido una pérdida irreversible y 6% presenta alta degradación. El punto de no retorno de la Amazonía ya no es un escenario futuro, sino del presente en algunas zonas de la región. Además, de los nueves países que conforman la cuenca amazónica, Brasil y Bolivia tienen las mayores cantidades de destrucción y como resultado “la sabanización ya se está produciendo en ambos países”. Así lo indica el estudio La Amazonía contra reloj: un diagnóstico regional sobre cómo proteger el 80% al 2025, elaborado por la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG) —en coalición con la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) y Stand.earth— que se presentó en la V Cumbre Amazónica de Pueblos Indígenas realizada en Lima, Perú.

En el estudio se destaca que Brasil y Bolivia concentran el 90 % de la transformación y alta degradación que afecta a la cuenca amazónica. El restante 10 % lo comparten Perú, Colombia, Ecuador y Venezuela, con cifras de pérdida de bosques amazónicos cada vez más preocupantes.

Cabe precisar que según los estudios de Thomas E. Lovejoy y Carlos Nobre el punto de no retorno ocurre cuando la deforestación y degradación combinadas superan el umbral de entre el 20 % y 25 %, cifra que los científicos consideraron para la Amazonía este, sur y central.

El informe también detalla que la Amazonía de Brasil —que ocupa el 40 % del bosque tropical del mundo— ha superado el punto de no retorno con un 25% de transformación y un 9 % de alta degradación, es decir, el 34 % de la Amazonía brasileña prácticamente se ha perdido. “Esta realidad amenaza a toda la región por ser Brasil el país que alberga dos tercios de la Amazonía. La pérdida registrada compromete el sur brasilero y también a los biomas bolivianos. La transformación responde primordialmente a la urbanización”.

En esta vorágine de destrucción, Bolivia ha llegado prácticamente al límite del punto de no retorno con un 20 % de transformación y 4 % con alta degradación. Este país tiene un 24 % de su Amazonía arrasada.

Ecuador es el país donde se extrae más petróleo, pues el 89 % del crudo exportado desde la Amazonía proviene de este país. “Más de la mitad (52 %) de la Amazonía ecuatoriana es un bloque petrolero, 31 % en Perú, 29 % en Bolivia y 28 % en Colombia”, señala el informe. Además, el 43 % de estos bloques petroleros están ubicados en áreas protegidas y territorios indígenas.